Presentación

Injustamente relegado al papel de premio de consuelo para quienes se han atrevido con su espectacular vecino, el cerro Castillo, el Manchado(*) es un cerro que merece un mejor destino. Por su altura y ubicación es visible desde muy lejos, pero siempre da la impresión de inclinarse ante su vecino que lo supera en altura y en la verticalidad de sus paredes. A pesar de aquello, éste es un hermoso cerro con una altura más que interesante dada su latitud, en la cual ya comienzan a escasear las cotas que superen los 5000m.

La posición geográfica de la montaña no deja de ser curiosa, puesto que está en un vértice de la frontera chileno-argentina. Este vértice proviene desde el Oeste, por la línea limítrofe que se prolonga desde el cerro Castillo y que a diferencia de la mayor parte de la frontera, en este caso corre de Oeste a Este, casi perpendicular al resto. Después de alcanzar el Manchado, la línea tuerce nuevamente y recupera su dirección habitual norte-sur. Esta ubicación tan poco común en la Cordillera, hace que la montaña sea difícilmente alcanzable desde Chile, por lo que la mayoría de sus intentos han sido realizados por chilenos que cruzaron la frontera y se acercaron a ella por el valle del río Bandera. Una aproximación íntegra por territorio chileno significaría adentrarse por el casi desconocido y recóndito valle del río Negro.

El primer ascenso fue obra de una expedición del DAV Santiago, formada por Ludwig Krahl, Eberhard Meier y Walter Bachmann el 20 de enero de 1945. Krahl, quien dirigió el grupo en aquella ocasión, ya tenía como objetivo el Castillo, pero ante el fracaso de aquel intento, guio al grupo al Manchado. Ocho años más tarde, Krahl conseguiría su objetivo y subiría la cumbre vecina, en la que hasta el día de hoy es considerada una de las grandes hazañas del montañismo local. Curiosamente, después de conseguir este gran ascenso, el grupo pensó que podía agregar la cumbre del Manchado a sus logros, pero debido al mal tiempo no lo lograron. Recién en el 2023 se produjo el segundo ascenso de este cerro, logro conseguido en solitario por Rafael Reinoso.

Nota
(*) En la carta Volcán San José del IGM de Chile sale indicado como cerro Colina, sin embargo, el topónimo que se ocupa en esta presentación es el más extendido entre los montañeros, puesto que ya era usado para identificar a la montaña desde la primera mitad del siglo XX. El error de la carta es reafirmado por Louis Lliboutry en su libro "Nieves y glaciares de Chile".

Referencia

• Kunstmann, Sergio (1999). "Personalidades Andinas. Ludwig Krahl" . Revista Andina 1999. Club Alemán Andino,  (pág.135-136)
• Lliboutry, Louis (1956)"Nieves y glaciares de Chile". Ediciones de la Universidad de Chile (pág.276)