Cerro Aparejo (4.794m)

Fecha publicación: 05-11-2004

Última actualización: 05-11-2004

Presentación

El Aparejo es un deleite a la vista. La engañosa cara que muestra a quienes lo miran desde el sur seduce y hace soñar. Una pirámide espigada, con sus pendientes inferiores vestidas de blanco por la nieve y su parte superior custodiada por una temible pared de roca; todo esto escondido al fondo de un pequeño valle afluente del Yeso, tras una morrena glacial, convierte al Aparejo en una montaña irresistible.

Pero quienes, hechizados por los encantos ya descritos, se aventuran por el pequeño cajón del estero Aparejo, descubren que el embrujo va dando paso al desconcierto. La forma perfecta que se observa desde la entrada del valle es reemplazada por una realidad intrincada de torreones, filos y cumbres inconexas. La firme roca que la obnubilada mente imaginó resulta finalmente no ser sino un montón de yeso, presto a desmoronarse. Las claras líneas que uno dibuja desde el sur al proyectar el ascenso, finalmente resultan ser impracticables.

Este cerro de 4794m está enclavado entre los ríos Yeso por el sur y Colorado por el norte. Es de fácil acceso por el valle del río Yeso, quedando la entrada del valle del estero Aparejo unos 5 km más arriba del final del embalse del Yeso. En este pequeño valle existen faenas de extracción de yeso (material que abunda), las cuales incluso cuentan con un par de refugios. También puede ser accedido por el valle del estero Yeguas Muertas, otro afluente del Yeso, inmediatamente al este del estero Aparejo, pero implica una aproximación más larga (12km v/s 7km)

Primeras ascensiones

El Aparejo fue escalado por primera vez el 9 de diciembre de 1950 por J. Ebensperger, A. Huber y J. Koester. Cf. AAJ 1963, pag. 434.

Toponimia

El nombre Aparejo seguramente fue acuñado por los arrieros que pululan por todo el valle del Yeso, desde su desembocadura en el río Maipo hasta su nacimiento en los glaciares Bello y Yeso. Otros ejemplos de típicos nombres de arriero que aluden a cumbres del sector son Yeguas Muertas y Casa de Piedra.

Al Aparejo también se le ha conocido alguna vez como Punta Alemania, tal nombre fue puesto por lo primeros ascensionistas en recuerdo de su patria natal, sin embargo, no proliferó con los años.