Cerro Loma Larga

El 8 de Abril partimos a las 7 de la mañana en demanda de la cumbre. El largo y accidentado filo, que nada tiene de “loma larga”, nos llevo a las 15 horas a la meta deseada. Después de hacer las anotaciones de rigor en el Libro de Cumbre y retirar las tarjetas de Franz Naetter y Armando Herrera, socios de la Universidad de Chile, regresamos a las 16 horas camino al campamento alto. El buen tiempo nos permitió contemplar desde la cumbre un magnífico panorama del cual tomamos diversas fotos.
El regreso al campamento se complicó debido a que por no haber usado anteojos para el sol Hasenberg sufrió una casi ceguera agravada por severas molestias oculares que le parecían tener los ojos llenos de arena. Esto hacía necesario brindarle nuestra ayuda sobretodo en las pasadas más complicadas. Su ceguera tuvo graves consecuencias para el piolet de Kunstmann, cuando esa noche salió a cumplir una necesidad fisiológica mayor que depositó inadvertidamente en tan necesario elemento.

El día 9 bajamos del campamento alto hasta la calera siguiendo el interminable acarreo que caracteriza la vertiente norte de esta montaña. En la calera fuimos objeto de magníficas atenciones de parte del personal de la empresa.

Por carecer de movilización y como epílogo de esta esforzada ascensión, nos tuvimos que caminar los 25 kilómetros hasta Romeral, consiguiendo sólo mulas cargueras para nuestro equipo.