Presentación

El cerro Abanico corresponde a la cumbre más occidental de la Sierra de Ramón y, por lo tanto, una de las más accesibles. Debido a su acceso cercano a la ciudad de Santiago y a que es posible de ascender por el día, se trata de una de las excursiones con más larga tradición de toda la sierra. Existe cierta confusión acerca de cuál es exactamente la cumbre del cerro Abanico debido a que su nombre hace alusión a la formación geológica de sedimentos volcánicos del mismo nombre que cubre la mayor parte de la Sierra de Ramón y a que el vecino cerro La Cruz en alguna carta, como la de Lliboutry, aparece nombrado como La Cruz del Abanico (los sedimentos geológicos con forma tipo “abanico” son bastante evidentes de apreciar desde la Reina Alta hacia la cara oeste del cerro La Cruz y el propio cerro Abanico). A pesar de esta confusión, el cerro Abanico se encuentra documentado desde tiempos remotos y ya aparece en la primera carta de montaña publicada en Chile en 1929 por Klatt y Fickenscher. Incluso existen registros de que el cerro Abanico era utilizado en los años 20 para realizar excursiones en ski, algo que lamentablemente hoy debido al cambio climático resulta impensable.

El cerro Abanico se encuentra aproximadamente en la mitad de la tradicional ruta de ascenso al cerro de Ramón por la quebrada de Peñalolén, lo que ha contribuido a que en los alrededores de su cumbre se hayan formado numerosos sitios de campamento para intentar desde ahí la cumbre del Ramón. La ruta de ascenso al Ramón, que posee una huella bien marcada, pasa por la cumbre Norte del Abanico, en la que habitualmente hay banderas o diferentes señales marcándola. Esta ruta, sin embargo, evita la cumbre Sur que es unos pocos metros más alta que la Norte. Esta circunstancia ha significado que la gran mayoría de los excursionistas solo asciendan la cumbre Norte y hayan desdeñado la Sur, que requiere trepar un sector de rocas y además posee un pequeño hito del IGM que señala que se trata de la cumbre del cerro.

Geológicamente, el cerro Abanico está emplazado dentro de la formación geológica homónima, la cual está constituida por dos franjas paralelas ubicadas en orientación norte-sur desde el límite con la región de Valparaíso por el norte y hasta cerca de la ciudad de Linares por el sur con una extensión de cerca de 330km de largo. La franja oriental se ubica en el sector alto de los Andes centrales mientras que la occidental se ubica justo al oriente de la precordillera de Santiago y en particular toda la Sierra de Ramón está contenida dentro de dicha franja occidental de la Formación Abanico frente a Santiago. La formación Abanico se caracteriza, en general, por formaciones de rocas volcánicas y sedimentarias, y en particular en el cerro Abanico se encuentran además lavas andesíticas (roca volcánica ígnea) con una datación de 31 a 25 millones de años.

Actualmente los accesos a la quebrada de Peñalolén, también conocida como quebrada Nido de Águila, son variados. Es posible acceder a ella desde los parques Mahuida y Cantalao, desde el templo Bahá'i, desde la avenida Diagonal las Torres y desde la Universidad Adolfo Ibáñez. Además de su acceso directo por la quebrada de Peñalolén, el cerro Abanico es accesible desde la quebrada de Macul lo que requiere dirigirse a continuación al cajón del Muerto para así llegar al Abanico desde el Norte.

Referencias

• Casanova De la Barra, Pablo (2020). Identificación y comparación de la Toponimia Histórica de la Sierra de Ramón, Santiago, Chile. Chasqui Outdoor.
• Mall S., Enrique. (1927). Excursiones a la Nieve. Boletín Informativo del Cuerpo de Excursionistas y Exploradores Caupolicán (pág. 5).
• Fock, Andrés (2005). Cronología y Tectónica de la Exhumación en el Neógeno de los Andes de Chile Central entre los 33 º y los 34 º S. Depto. de Geología, U. de Chile, (pág. 33, 61, 62).

El equipo editorial de Andeshandbook publica de preferencia cerros que tienen una prominencia de, al menos, 100m y en el caso de algunas agujas rocosas 50m (1 largo de cuerda). Sin embargo, existen excepciones para cerros con una prominencia menor, originadas por cumplir  con una o varias de las siguientes condiciones:

1. Historia: Esto quiere decir que existen antecedentes anteriores a la fecha de la publicación del cerro en los cuales se habla de él. Usualmente son aceptados como cerros, nombres mencionados en publicaciones de cierto reconocimiento. Dentro de estas últimas podemos mencionar: anuarios de la Feach, publicaciones del American Alpine Journal, guías de cerros de Jozsef Ambrus e Iván Vigouroux, libros sobre la historia del montañismo de Gastón San Román, Evelio Echevarría y Louis Lliboutry, revistas de clubes de montaña como el DAV y el CACH, cartas topográficas del IGM, etc. El que estas publicaciones sean usualmente aceptadas no quiere decir que no pueden tener algún error.
2. Tradición: Se refiere a que el cerro es conocido por los lugareños y/o los visitantes de la zona en que se encuentra. Su nombre es de uso común. También caen dentro de esta categoría cerros que sin tener gran prominencia son ascendidos de forma habitual por la comunidad y, por lo tanto, sus cumbres son reconocidas por ella.
3. Posición geográfica especial: Cerros cabecera de valle que vistos desde diferentes puntos dan la impresión de tener una prominencia importante y que por esta razón se han hecho conocidos.

El cerro Abanico ha sido publicado por cumplir con la segunda de estas condiciones.