Presentación

El Retumbadero es aquel distinguible cerro que se encuentra en el corazón del cajón del Maipo, en el brazo que corresponde al del río Volcán, que nace de los glaciares del Marmolejo y volcán San José. Antes de adentrarse hacia la alta, fría y borrascosa cordillera central, y después de recorrer los diversos y acogedores pueblos que se arriman en los angostos bordes del río Maipo, se llega a un lugar que para muchos es el corazón de la parte montañística del cajón del Maipo.

Separados por el río Volcán, tanto el caserío de Baños Morales por el norte, como el refugio del Club Alemán de Lo Valdés por el sur, demarcan el límite entre lo verde y lo seco, entre lo urbano y lo agreste, y el inicio para las grandes ascensiones que se pueden realizar en los valles aledaños. En este lugar confluyen mundos tan disímiles como el de los arrieros y los cabreros, los mineros, y los montañistas, que de forma desordenada y confusa caracterizan el sector. Para los cansados montañistas que regresan desde sus andanzas, sedientos y molidos, el lugar es como un pequeño oasis, que ofrece la sombra de los últimos árboles, el refresco de una cerveza y las empanadas reponedoras. Ahí en medio, y desde la altura el Retumbadero se hace parte. Probablemente el cerro no sería lo conocido que es si no estuviera tan entrometido como está sobre este pequeño centro andino. Además una extensa banda amarilla lo cruza distintivamente desde el hombro hasta los pies en diagonal (Las Amarillas), evidencia de la potencia del agua, que se vio intensificada con el gran aluvión que cubrió una buena parte del plano que sobre sus pies se extendía el año 1993. Sobre su parte inferior lo cruzan caminos de poetas mineros que rasguñaron el cerro para hacerse un sendero y sacar el mineral.

Su nombre se lo debe a los peñascos que dando tumbos lo recorren en el sentido que manda la ley de gravedad, y por los fuertes vientos que se conjugan sobre sus rocosas puntas. Algún poeta del villorrio de Morales exageró la nota cuando declaró que en el Retumbadero el viento sopla tan fuerte que las "vacas se vuelan como hojas de papel". Historias como ésta son comunes por estos lares, y no sería extraño encontrarse con algunos lugareños que cuentan acerca de increíbles encuentros con extraterrestres.

Tras de sí, hacia el Sur, no se debe confundir con su homónimo Retumbadero Alto, una cumbre más alta que desde el valle no alcanza a divisarse. A pesar de estar cerca, se trata de cerros diferentes.

El primer ascenso del Retubadero se le atribuye a los socios del DAV Valparaíso R. Fromm y H. Wünsche quienes visitaron el refugio de Lo Valdés y antes de realizar el ascenso del volcán San José subieron al Retumbadero. Sin embargo, no hay claridad absoluta acerca de su ascenso puesto que lo registraron sin mencionar que se trataba del primero y en el año en que lo realizaron, 1942, todavía no existía la denominación de Retumbadero Alto para diferenciar ambos cerros.

Referencia

• Kurzer Tätigkeitsbericht der Hochgebirgsgruppe des DAV Santiago. Revista Andina 1943. Club Alemán Andino (pág. 116).

El equipo editorial de Andeshandbook publica de preferencia cerros que tienen una prominencia de, al menos, 100m y en el caso de algunas agujas rocosas 50m (1 largo de cuerda). Sin embargo, existen excepciones para cerros con una prominencia menor, originadas por cumplir  con una o varias de las siguientes condiciones:

1. Historia: Esto quiere decir que existen antecedentes anteriores a la fecha de la publicación del cerro en los cuales se habla de él. Usualmente son aceptados como cerros, nombres mencionados en publicaciones de cierto reconocimiento. Dentro de estas últimas podemos mencionar: anuarios de la Feach, publicaciones del American Alpine Journal, guías de cerros de Jozsef Ambrus e Iván Vigouroux, libros sobre la historia del montañismo de Gastón San Román, Evelio Echevarría y Louis Lliboutry, revistas de clubes de montaña como el DAV y el CACH, cartas topográficas del IGM, etc. El que estas publicaciones sean usualmente aceptadas no quiere decir que no pueden tener algún error.
2. Tradición: Se refiere a que el cerro es conocido por los lugareños y/o los visitantes de la zona en que se encuentra. Su nombre es de uso común. También caen dentro de esta categoría cerros que sin tener gran prominencia son ascendidos de forma habitual por la comunidad y, por lo tanto, sus cumbres son reconocidas por ella.
3. Posición geográfica especial: Cerros cabecera de valle que vistos desde diferentes puntos dan la impresión de tener una prominencia importante y que por esta razón se han hecho conocidos.

El Retumbadero ha sido publicado por cumplir con las 3 condiciones mencionadas.