Marcelo Camus
Posted on 14/03/2016
El viernes pasado (11 de marzo de 2016), Juan Andrés Covarrubias activó las luces de alerta respecto a la restricción de acceso que podría estar gestándose en Vía Roja, principal acceso al cerro Manquehue, a través de una carta al director de El Mercurio. Al día siguiente, Fernando Eitel, vecino del sector, utilizando el mismo medio, defendió la restricción y sugirió a los visitantes del Manquehue limitarse a utilizar los accesos por La Pirámide y Agua del Palo. Al respecto, repliqué el mismo sábado la carta que incluyo más abajo, pero hasta hoy El Mercurio no la ha publicado. Invito a la comunidad a seguir debatiendo sobre esta situación a través de este blog.
“Señor Director: El cerro Manquehue es un ícono geográfico y recreacional de Santiago. Su conservación y utilidad es un asunto público innegable que debiera ser considerado por las autoridades, por sobre los intereses privados de algunos vecinos. Varias son las rutas de ascensión, senderismo y ciclismo de montaña que recorren las laderas del Manquehue. La masividad actual de las visitas se debe a la belleza escénica y al entorno del cerro, pero por sobretodo a su accesibilidad -tanto vial como a la baja dificultad de sus rutas - que invitan prácticamente a cualquier ciudadano a recorrerlas. En particular la ruta por Vía Roja es la más simple y accesible y, por lo tanto su valor social es mayor que el de las otras. La conservación y uso de este cerro isla, debiera ser de gran importancia para instituciones públicas como la intendencia de Santiago y las municipalidades de Vitacura, Lo Barnechea y Huechuraba, pues son sus vecinos los principales beneficiados del acceso a él.
Hoy este lugar es utilizado por sus visitantes como si fuera un bien de uso público, pero en realidad no lo es y por lo tanto urge que estas autoridades hagan todo lo posible para que así sea; se debe legitimar tanto su uso como conservación. Aún agradeciendo la buena voluntad de sus vecinos, parece importante considerar las necesidades públicas de la ciudad y sus ciudadanos y que por un bien mayor los pocos que podrían sentirse perjudicados flexibilicen sus posturas. La conversión del cerro Manquehue a un parque metropolitano para actividades recreativas al aire libre es un anhelo esperado por miles de santiaguinos. No sólo quisiéramos tener acceso legitimo a él, sino también estacionamientos, infraestructura básica, senderos bien diseñados y seguridad.
Marcelo Camus
Fundador y Director AndesHandbook
Expresidente Club Andino Alberto Hurtado”
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Co-fundador Andeshandbook, Director Comercial. Fanático de la vida al aire libre y de la naturaleza.
15/03/2016
Marcelo, Gracias por tu respuesta. Creo que mi carta sin duda iba para ese lado (lamentablemente la acortaron bastante). El problema micro es la opción de estacionar o la frecuencia de buses pero el tema macro es seguir permitiendo la "buena voluntad" del privado. Yo parto de la base que pocas ciudades en el mundo tienen un lugar como el Manquehue y la autoridad (dado el innegable aumento exponencial en el interés de visitarlo) no puede negar que este anhelo se haga realidad (llámese Parque, Santuario, etc.) Lo que me deja tranquilo es que la Municipalidad acaba de invertir en señalética, senderos, caseta de control, etc, por lo que de alguna forma el acceso por lo curro es completamente legitimo. Respecto a lo indicado por el vecino, me niego a aceptar que las 10 o 20 familias que viven en la parte alta de via roja sean mas importantes que cientos de miles de deportistas, papas con niños, cursos completos, jovenes, etc. Para terminar, comento que mi carta no pretende exigir estacionamientos en el tono al que se refiere Alvaro Acevedo; por el contrario en la misma carta sugerí aumentar la demanda de buses, crear una buena frecuencia de colectivos, etc; es decir también las personas naturales podemos (y estamos dispuestos) a pagar algún costo, de modo que todos los intereses sean satisfechos. Camino el condor (también en lo curro) tiene un potencial enorme de acoger estacionamientos al final de la calle, pero hoy en día me hace sentir un delincuente meterme por ahi (llenos de letreros No estacionar). Seamos realistas, el acceso por la Pirámide es malo; demasiado largo (hay que recorrer todo el filo poniente del manquehue) con varios kms horizontales. También es insólito considerar acceso válido a Agua del Palo. Por acá se pasa por un terreno privado (se debe pedir permiso a dueño de terreno). Entiendo que se generó un nuevo sendero; pero este acceso tiene una gran pendiente hacia arriba en la parte baja (nuevamente excluye a personas con menor capacidad física).Celebro que esta comunidad le interese el tema y sería bonito lograr algo tangible. Acabo de pedir hora con el alcalde (hasta ahora sin exito) asi que bienvenidos quienes quieran participar.
15/03/2016
Juan Andrés, me interesa mucho poder participar de una eventual reunión con el alcalde, en caso de que ésta tenga lugar. En cualquier caso creo que sería provechoso que aquellos/as que se encuentren interesados pudieran concurrir a una mesa de conversación en torno a este tema, a ver si se logra generar un diagnóstico común y plantear lineas estratégicas para que se pueda avanzar en términos de acceso y regulación de este santuario de la naturaleza. En caso de que a alguien le interese, yo me anoto, mi correo es jamena@uc.cl. Coordinemos!
15/03/2016
Si los autos estacionados estuvieran en la puerta de tu casa y te impidieran salir las opiniones serían distintas. Todos queremos "volver a la naturaleza, pero en nuestros autos" (frase de un diputado verde alemán). El Manquehue no es el único cerro de la precordillera y vía Roja no es el único acceso. Ciertamente el más taquillero, pero si quiere que lo vean con ropa outdoor, vaya a pasearse al Mall Sport.
15/03/2016
Yo no me alarmaría por los dichos de Fernando Eitel en su réplica a la carta de Juán Andrés Covarrubias, pues afortunadamente, incluso en un barrio como Lo Curro los vecinos que piensan así son pocos (vale decir, otorgando relevancia únicamente a su interés particular, al tiempo que se omite el reconocimiento de la función social y pública que tiene el acceso al Manquehue vía Lo Curro). Por otro lado, saludo el llamado del autor de esta columna a que las municipalidades circundantes (o el gobierno regional, inclusive) reconozcan lo imprescindible que resulta para una ciudad como Santiago contar con espacios como el Manquehue, y que lo hagan con el diseño y ejecución de un proyecto de inversión que ponga en valor este espacio (el cual de facto es cuasi-público), un proyecto que lo potencie, lo universalice en su accesibilidad y que junto con ello, lo resguarde tanto de la erosión, el sobre uso y el descuido, como también de aquellas voluntades partículares que piensan la ciudad exclusivamente como si ésta fuera el paisaje de sus jardines.
16/03/2016
Muy razonable el punto de Álvaro. Sin embargo, no comprendo a Fernando Eitel, quien dice que hay muchos vecinos que quieren cerrar el acceso al Cerro Manquehue por Vía Roja. Me quedo con la impresión que su postura no es representativa del sentir del barrio ni de quienes viven cerca de sus laderas. El municipio ha dado una señal clara en regular el acceso al cerro, arreglando los estacionamientos, poniendo buses y seguridad. Lo que dice con ello es "el acceso al Manquehue nos importa, ya que es un bien público". Otros municipios ya ha dado señales en la dirección correcta. Recientemente Lo Barnechea se la jugó y expropió el Cerro del Medio a los Legionarios de Cristo, quienes buscaban construir un edificio para una Universidad. Para el municipio, el valor social neto de tener un parque natural, como es este cerro, es mayor al costo monetario de adquirir el terreno, y el costo en imagen de utilizar un instrumento controvertido como lo es la expropiación. Otros municipios también han dado señales, como San Bernardo, que se encuentra preparando un proceso que culminará en la transformación del Cerro Chena en parque. La intendencia de Santiago, que vela, entre otros temas, por definir la planificación urbana de la región, ha promovido también el desarrollo de estos parques urbanos. Las ventajas de contar con cerros en la ciudad son claras, ya que con ellos, es posible hacer crecer de forma importante los metros cuadrados de áreas de esparcimiento, diversión y deporte para los habitantes de Santiago. Por otro lado, los cerros urbanos están en toda la ciudad, y no son solo privilegio de las clases más acomodadas. Mi impresión es que hay una tendencia de los municipios a incorporar los cerros como un espacio urbano, ya que los alcaldes y el intendente han reconocido la ventaja social de invertir en estos espacios. La delincuencia es un problema general, y, antes que prohibir los accesos, se ha buscado apoyar la seguridad, sin restringir el acceso. Creemos que la opinión del Sr. Eitel es aislada, y por más que cuente con vecinos que lo apoyen, el respaldo institucional va en la dirección contraria.
17/03/2016
Era necesario, tal y como estaba el acceso de Lo Curro, hacer una intervención. Las vías son angostas, hay poco espacio y el cerro es en efecto una isla escénica y natural en mitad de la ciudad. En ese sentido, no concuerdo con Álvaro Acevedo que atribuye la afluencia a lo "taquillero" y cuya experiencia es comparable a la de pasear por un mall. Muchas ciudades en el mundo, como Río de Janeiro o Washington DC, gozan de parques nacionales "isla" en la ciudad. Estos parques implican un reto urbanístico importante pero cuando la planificación urbana es la adecuada, los vecinos de estos parques suelen beneficiarse de estos bienes públicos, incluso en el valor de sus propiedades. El debate, creo, debiera centrarse en la infraestructura de acceso más adecuada, en dar seguridad a los usuarios y en garantizar su conservación (limpieza, erosión de senderos, etc.), y no en la llegada de "foráneos" a un barrio exclusivo, como se queja el señor Covarrubias. El acceso al Manquehue es una tremenda oportunidad para "subir el pelo" de Santiago. El cerro en su ladera sur (que es justamente la que da a Lo Curro) tiene un bosque esclerófilo de gran belleza y sus senderos son una alternativa de ocio incomparable dentro del perímetro urbano. Soluciones de acceso hay muchas y sería un gran empuje para nuestra ciudad, tan escasa de áreas verdes de uso público, el gozar de un parque natural de uso público. Los buses de acercamiento son posiblemente la mejor solución que puede dar la municipalidad por ahora, sin tener que gastar un presupuesto desmesurado. Pero sería una lástima que en 20 años más esa fuera la solución definitiva y que el ícono de la ciudad siga siendo el Costanera Center. Hablaría muy mal de la imaginación, creatividad y capacidad innovadora para resolver desafíos urbanísticos en nuestro país.
17/03/2016
Encuentro que la carta original es tan destemplada como la respuesta del vecino. Cuando se denuncia restricción de acceso, imagino que se restringe el derecho a circular para ciertas personas. Resulta que el problema que termina denunciando la carta es que no hay suficientes estacionamientos. Estacionarte, ocupando de forma gratuita el espacio común con tu vehículo privado, no es ni debe ser un derecho asegurado para nadie (excepto personas con movilidad reducida, las que lamentablemente requieren muchas otras iniciativas de accesibilidad en el sector antes de preocuparse por cómo estacionarse en el Manquehue). La exigencia de poder estacionarse cuando y como se le dé la gana es más absurda si se considera que el acceso se encuentra en medio de un barrio residencial, que obviamente no fue diseñado para recibir una gran cantidad de visitantes. Si bien el residente que responde pierde totalmente el foco al pedir que se cierre el acceso, él y sus vecinos tienen todo el derecho del mundo a pedir que se regule y fiscalice adecuadamente el estacionamiento de autos en su barrio. El problema no es el acceso de personas al cerro, sino que el estacionamiento masivo y desregulado, el que provoca serios problemas a la calidad de vida de los residentes y sí, atrae informalidad y delincuencia (desde estacionadores hasta ladrones de autos), como podrá corroborar cualquier persona que viva al lado de una universidad o un estadio. Afortunadamente el resto de las personas que han intervenido en esta discusión han profundizado el debate y puesto el acento en lo que importa, pero creo que es importante no aceptar que se naturalice el derecho a estacionarse como algo evidente y sin discusión, porque son posturas que surgen y resurgen permanentemente en todos los debates urbanos actuales.
17/03/2016
Domingo Moreno, Te invito a que leas mi carta nuevamente y mi comentario que dejé más abajo al igual que los demás que opinaron como tú. Asumo que leíste demasiado rápido...
17/03/2016
Debido al crecimiento de la ciudad el Manquehue hoy se ha convertido en un verdadero paseo urbano. Es lógico entonces pensar que hay que tender a resguardar esta gran área verde metropolitana bajo la figura de un parque (quizá extendiendo el Parque Metropolitano). Con ello se debería regular la capacidad de carga del cerro y las formas de acceso a él. Quizá una forma de conciliar este tema es que el servicio urbano de transporte público llegue a estas área de diversas zonas de la capital, puesto que, en la práctica, hoy la única forma viable dentro del restringido horario que tienen los santiaguinos es el acceso en auto.
17/03/2016
Juan Andrés, es cierto que leí rápido los comentarios y no vi el autor de la carta ya había respondido. Te creo cuando dices que la carta fue editada y que no pretendía rechazar la eliminación de estacionamientos sino que pedir más alternativas de acercamiento público. Lamentablemente la política editorial del diario es súper clara y con la elección del título y los recortes buscaron llevar agua al molino del derecho a estacionarse como sinónimo del derecho a la movilidad y la accesibilidad. Te pido disculpas por el ataque inmerecido.
Paulo Cox
15/03/2016
Sería interesante comparar el gasto en el ensanchamiento de las calles y los letreros (como menciona JCC) versus la inversión en un mejor espacio de estacionamientos o una mejor frecuencia de buses (los buses son, creo, una buena alternativa frente a este problema, pero debiesen funcionar de acuerdo a la cantidad de gente que va). Tal vez concluimos que el manejo presupuestario fue deficiente.
También sería interesante que demostraran los vecinos que con la mayor concurrencia al cerro ha aumentado la delincuencia. No creo que haya cambiado el dato para la delincuencia a casas del barrio, y en proporción al número de gente que visita el cerro mismo, más bien ha bajado.
Desde una perspectiva un poco más general (fuera del metro cuadrado de las preocupaciones de los vecinos afectados, ... unas 10 casas a lo más?), siendo Vitacura y Lo Barnechea las comunas más ricas de Chile, con harto presupuesto, no veo por qué no se la juegan por convertir al Manquehue en un gran parque y reserva, protegido. Tantos recursos que se van en lomos de toros y exceso de seguridad. Tal vez un pequeño margen bastaría para primero resolver el conflicto entre un pequeño perjuicio (en número de personas afectadas y el potencial daño para cada uno de ellos) versus el gran bien público de permitir el acceso a un tesoro como este a toda la ciudad, y los visitantes extranjeros también, y luego jugársela por un parque de nivel mundial.
Si no somos capaces de resguardar un acceso como este (resolviendo un problema tan sencillo), donde están todas las condiciones para asegurar una buena provisión de un bien público que afecta positivamente a tantas personas, veo muy difícil el avance en otros accesos a nuestra cordillera. En este sentido, esta pelea no es menor. Por más que se trate de 10 vecinos de una burbuja de nuestra sociedad, a través de un medio de elite como El Mercurio, es relevante para la discusión de los accesos a nuestros cerros en general.