Presentación

Ubicado en una verdadera encrucijada de cerros y a pesar de ser una de las mayores alturas del cordón Halcones, el Rafael Saavedra parecía tener registrados muy pocos ascensos. El primero fue realizado en 1960 por los montañistas de Valparaíso Pedro Cisternas y Fernando Rojas, quienes bautizan el cerro en honor a Rafael Saavedra, de quien se declaran ser sus discípulos. El segundo fue realizado en enero de 1961 por Víctor Silva y Héctor Guerra, quienes curiosamente le asignaron una altura bastante mayor al cerro (4600m) y afirmaron haber conseguido la cumbre por una nueva ruta. Lamentablemente no quedó registrado por donde iba esta ruta. Lo mismo ocurrió con el ascenso de 1966 realizado por Sergio Kunstmann y Wolfgang Förster. Curiosamente, el primer y segundo ascenso quedó registrado, tanto en el Anuario de la Federación como en el libro de San Román, como un solo ascenso realizado por los miembros de estas dos expediciones.

En el año 2015 un grupo del DAV intentó esta cumbre y para su sorpresa al llegar al sector de la cumbre, después de haber pasado por la del Gimnástico, se encontraron con un torreón rocoso de unos 10m a 15m que no habían visto durante la excursión. La zona de la cumbre está compuesta por 3 puntas rocosas siendo la más elevada la central, en la cual se encuentra el mencionado torreón. Los miembros del DAV encontraron restos (madera y cordones de zapato) de un testimonio en la punta este por lo que les entró la duda si es que alguien alguna vez había realmente escalado el torreón central. Los montañistas del DAV midieron con GPS una altura de 4428m en la punta este, por lo que es de esperar que la cumbre sea unos 40m más alta que lo que le asigna la carta del IGM. Finalmente en un ascenso realizado por un grupo del DAV el año 2022 se pudo constatar, gracias al libro de cumbre encontrado en su cima, que el cerro registró 9 ascensos entre 1960 y 1991 y que tuvieron que pasar más de 30 años para volver a ser ascendido.

Debido a su ubicación, que lo hace estar prácticamente en el centro del cordón, la montaña es esquiva a la vista y cuesta divisarla desde el valle. Uno de los pocos lugares donde es posible observar su cumbre es al ingresar al valle del Juncal: al pasar frente a la quebrada del Chorrillo o de la Mona, muestra por breves momentos su cima. Fuera de eso, se mantiene casi invisible, por lo que para poder descubrirlo se hace necesario ganar altura.

Mirándolo desde el Norte, por delante de su cumbre y a veces confundiéndose con ésta, se encuentra el cerro Atalaya. Hacia el Norte continúa un filo que remata en el Alto de la Posada, mientras que hacia el Sur, este filo se prolonga hasta terminar en la desconocida Punta Doctor Barraquer. Hacia el este se encuentra muy cercano el cerro Gimnástico que, a su vez, se encuentra separado por el portezuelo Halcones del Rabo de la Mona. Hacia el Oeste, por su parte, se encuentra comunicado por un filo que lleva hasta la cumbre del Becker, pasando entre medio por el misterioso cerro Level.

Al Rafael Saavedra podría accederse además de la quebrada del Chorrillo, por la quebrada de Polvaredas desde el Sur y desde el Oeste. Sin embargo, queda la duda acerca de posibles intentos de ascensos por estas caras puesto que no hay registros de ellos.

Su nombre proviene, como era costumbre en la época, de una solicitud de la Asociación Andinismo Valparaiso-Aconcagua (ASAVA) para bautizar cerros recién ascendidos con nombres de antiguos montañistas de la región. Rafael Saavedra fue un sargento del Ejército de Chile, que en la década de los 50 del siglo XX escaló las rutas de la Grieta y la Gotera en la Campana; falleció en el Aconcagua en 1957.

Referencias

• San Román, Gastón (1989). "Historia del Andinismo en Chile". Autoedición (pág.67).
• San Román, Gastón (1961). Alta Montaña. Anuario de Montaña, Feach, 1961 (pág. 110)
• San Román, Gastón (1962). Temporada de Alta Montaña 1961-62. Anuario de Montaña, Feach, 1962 (pág. 35)