Presentación

Para quien visite la Cordillera Real el Tiquimani es inconfundible, puesto que aparece casi solitario hacia el Este. Es la última gran montaña antes que comiencen las extensas planicies del oriente boliviano. Situado en el sector sur de la Cordillera Real, no lejos del Huayna Potosí, pareciera ser el guardián del valle de Zongo. A menudo cubierto por nubes y neblina, debido a su figura piramidal muchos lo comparan al Matterhorn suizo. Su nombre en aimara significa "el guardián eterno", mientras que en el mapa IGM de 1983 es llamado por error Illampu.

El Tiquimani no está lejos de La Paz. Desde esta ciudad se puede tomar alguna movilización que se dirija hacia el valle de Zongo, para detenerse en el pueblo de Chaca Pampa o Botijalca, desde donde el acceso es fácil y corto hasta la laguna Wara Warani, ubicada en la base de la montaña y parte integrante de las represas de Electropaz.

Esta hermosa montaña, con una gran cara sur vertical, no es tan alta pero sí de gran dificultad técnica. Con su mezcla de paredes de roca y hielo, el Tiquimani es una montaña con la que pocos se han atrevido. Los primeros intentos por alcanzar su cumbre datan de 1963, cuando una expedición española dirigida por Ramón Azero intentó el ascenso por la cara sur sin conseguirlo. En 1973 la expedición alemano-austríaca liderada por R. Wurzer logró hollar su cima ascendiendo por su cara suroeste. Esta ruta mixta tiene pasadas de hielo de hasta 80º. Dentro del material utilizado por los expedicionarios se encontraban pitones, clavos de hielo o tirabuzones (ya en desuso por lo inseguros) y cuñas de madera.

Al año siguiente, en 1974, una expedición francesa abriría una nueva ruta. Esta va por la cara sur de la montaña, con pasadas de hielo que alcanzan hasta los 85º. En 1983, nuevamente una expedición francesa liderada esta vez por Alain Mesili, abrió una nueva ruta en su cara sur por pendientes de hasta 70º y pasadas por cascadas de hielo entre numerosos seracs que impiden el paso. Ese mismo año una expedición de eslovenos abrió otra ruta por esta cara pero que asciende mayormente por terreno rocoso.

Referencia

• Mesili, Alain (1984)"Los Andes de Bolivia. Guía de Escaladas". Los Amigos del Libro (págs. 180-186).