Remedios ancestrales en la prevención del mal de altura

Sabemos la importancia de una buena aclimatación para practicar andinismo de altura y por ello te compartimos algunos tips desde la medicina tradicional para que tu próxima visita a la alta montaña sea un poquito más llevadera.


En Sudamérica tenemos la suerte de vivir a los pies de una de las cordilleras más hermosas e importantes del mundo, la cordillera de los Andes, que, como ya sabemos, posee montañas que superan los 5.000 y 6.000 metros de altitud fácilmente.

Sin ir más lejos, los pueblos originarios de los Andes se adaptaron a la vida en este ambiente de altura, y no es casualidad que varias ciudades y pueblos del continente se hayan construido en altura, como la ciudad de La Paz en Bolivia, ubicada desde los 3.640 m; Quito en Ecuador, a 2.850m;y Cuzco, en Perú a los 3.400 m.

Nevado Illimani (6.462 m) desde La Paz, Bolivia. Fotografía: Luiz Gadetto

Ya sea a una montaña o a una ciudad, es importante recordar que subir sin aclimatación a una altitud que no estamos acostumbrados (en general sobre 3.000m) puede traer serias consecuencias a nuestro organismo y a nuestra salud.

Según la “bibliadel montañismo, el libro “La Libertad de las Cimas, aproximadamente un 50% de las personas que viven a nivel del mar experimentan algún grado de mal de altura cuando se desplazan rápidamente a altitudes sobre los 2.500m.

El mal de altura es un conjunto de síntomas similares a los de una gripe o una caña. Puede presentarse con distintos grados de gravedas y los síntomas más frecuentes incluyen, entre otros:

  • Dolor de cabeza
  • Insomnio
  • Apatía
  • Falta de coordinación
  • Tos
  • Respiración irregular
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Debilidad

En los casos leves, el mal de altura dura uno o dos días, pero puede agravarse si se continúa ganando altura o si no se trata.

Para prevenir el mal de altura, la recomendación de los expertos es realizar un ascenso gradual por sobre los 3.000m de altitud, procurando pasar la noche no más de 300m más alto que la noche anterior. Los itinerarios de las rutas de montaña la mayoría de las veces no permiten este lujo.

Fuente: Montañismo: La libertad de las cimas, 3ª edición, Desnivel.

Cerro Leonera (4.954 m) ubicado en la región Metropolitana y vecino del reconocido Plomo. Foto: Agustín Ferrer.

Ayudas tradicionales para la aclimatación

Existen algunas hierbas medicinales que nos pueden ayudar a tolerar mejor el mal de altura. Desde épocas ancestrales los pueblos originarios como incas, aymaras y atacameños, ocupaban lo que les entregaba la tierra para poder resistir mejor los ascensos a sus montañas sagradas.

Es necesario saber que el efecto de las medicinas tradicionales es más lento que el de la medicina alopática, sin embargo, pueden ser un buen complemento para fortalecer una estrategia de aclimatación para prevenir el mal de altura.

Hoja de coca (uso ancestral en culturas andinas): la hoja de coca se usa en infusión o para masticarla mientras se va ascendiendo. Es reconocida por ser un vasodilatador, estimulante, digestivo y regulador de la presión sanguínea. Es fácil de conseguir en los pueblos aledaños a las montañas del norte de Chile, Bolivia y todo el eje andino. El mate de coca o infusión es incluso distribuida en bolsitas y la puedes comprar en mercados y ferias.

Infusión de Erythroxylum coca, hoja de coca.

Chachacoma (crece naturalmente sobre los 3.500m en el altiplano andino): Es reconocida y comprobada científicamente que ayuda con el mal de altura. Además tiene efecto sedante y se están estudiando sus propiedades anticancerígenas. Se hierve 60g de la planta en un litro de agua y se puede endulzar con miel. Se deja por diez minutos y se cuela. Para tratar efectos de altura se toman dos cucharadas cada dos horas.

Senecio nutans o Senecio graveolens en el altiplano.

Gingko Biloba (originaria de China): Al tener propiedades que ayudan a la circulación, tradicionalmente se le atribuyen beneficios para prevenir síntomas del mal de altura. Sin embargo, estudios científicos recientes no han podido demostrar de forma consitente su eficacia para estos efectos. Se puede preparar en infusión.

Hojitas de Ginkgo biloba


Clavo de Olor(originaria de Indonesia): Contiene una importante cantidad de eugenol , un compuesto con efectos analgésicos, antiinflamatorio, antisépticos, anticoagulante y digestivos. Si bien estos efectos no se relacionan específicamente con el alivio del mal de altura, muchas personas preparan una infusión con una cucharada de clavo de olor por litro de agua, como un complemento para mejorar el bienestar en sus salidas a montañas de altura.

Ya lo saben, la medicina tradicional puede ser un complemento para lograr una aclimatación apropiada a los desafíos de altura. La aclimatación es necesaria para tener un ascenso seguro a las altas cumbres, y por supuesto, una experiencia que den muchas ganas de recordar y de repetir.

Algunas altas montañas destacadas de los Andes

BONUS TRACK:

¡Buenos ascensos!